Época: Islam
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.




Comentario

Proceso paralelo al de la decadencia otomana fue la penetración de las potencias europeas en las regiones de dominio religioso islámico. Francia ocupó Argelia en 1830 con la excusa de acabar con la piratería en el Mediterráneo; Tunicia se convirtió en protectorado (Tratado del Bardo, 1881) debido a las deudas de su bey. También motivos económicos estuvieron en el origen de la entrada británica y francesa en Egipto, pues los ingentes gastos que conllevaba la modernización del país -mejoras agrarias, hidráulicas y ferroviarias, construcción del Canal de Suez- provocaron su entrada en la órbita económica de París y Londres, el establecimiento de un condominio anglo-egipcio en Sudán y la conversión de Egipto en protectorado (1914).
Otra posesión otomana, Trípoli, cayó en manos italianas (1912), mientras que Marruecos acabó siendo un protectorado dirigido por españoles y franceses (1912). Ambas naciones continuaron su expansión por el Magreb: Francia ocupó Mauritania (1905-34) y España el Sahara Occidental (1904-34). La colonización británica de Somalia se inició en 1884, aunque el territorio fue repartido con franceses e italianos; en 1960, finalmente, Gran Bretaña concedió la independencia a su parte, a la que se que perteneció a Italia. En 1977 logró la independencia la porción francesa, pasando a llamarse República de Djibouti.

En Oriente Medio, las posesiones otomanas fueron repartidas franceses y británicos. Los primeros recibieron Siria y Líbano, mientras que a los británicos les correspondió Palestina, Transjordania e Iraq. En Palestina la declaración Balfour (1917) estableció el asentamiento de colonos judíos para la creación del estado de Israel, siendo Jerusalén ocupada por los británicos. Transjordania e Iraq recibieron como soberanos a Abdulla y Fayusal, hijos del gran jerife o autoridad de La Meca. Por otra parte, en Persia se asentaron británicos y rusos.

Los repartos producidos sobre el antiguo territorio otomano tras la I Guerra Mundial establecieron la creación de un estado kurdo, lo que no llegó a producirse y sí, en cambio, el reparto del territorio entre Iraq, Irán, Turquía, Siria y la Unión Soviética. El resultado es un conflicto permanente y aún no resuelto, en el que se han producido ejecuciones y represión en masa y deportación de poblaciones.

Por otra parte, el protectorado británico en Adén (1839) finalmente se disolvió (1925) cuando Adb al-Aziz ibn Saud se hizo con el poder y se proclamó rey de Arabia.